Caravana a Ottawa
El próximo 2 de octubre, las mujeres y hombres que conformamos el MUR ( Mexicanos Unidos por la regularización.) nos reuniremos en Ottawa con el fin de realizar una petición al gobierno Canadiense para exigir el acceso a mexicanos y mexicanas sin papeles a un programa de regularización, así como a la residencia permanente. Quienes formamos el MUR, vivimos en Québec y nos encontramos a la espera de una respuesta positiva frente a nuestra demanda de refugio en muchas de las ocasiones negada.
Contexto
En el mes de julio 2009, Canadá impuso una visa a los ciudadanos mexicanos que habían decidido viajar al territorio canadiense. Este mismo día, el ministro federal de Immigración Jason Kenney justificó la acción de sus gobierno calificando a los mexicanos de ¨falsos¨refugiados, según el, los demandadores de asilo de ese país constituyen un grupo de migrantes económicos que no necesitan protección, lo cual de ésta forma, se señaló com un abuso al sistema de asilo canadiense.
Actualmente además de una muy alta tasa de rechazo a las solicitudes de protección, con la llegada de la visa, los mexicanos perseguidos en México ya no pueden buscar refugio en Canadá.
Frente a estas reformas pedimos un trato acelerado de asilo y una reforma, ya que no se tendrá derecho al recurso de Apelación de Refugiados después de el rechazo de su solicitud.
El gobierno de Canadá está a punto de revelar como parte de su reforma a la Ley de Protección de Refugiados (una ley claramente anti-refugiados) una lista de países “seguros”.
Estos países llamados “seguros” son, según el gobierno conservador, poseedores de democracias liberales y generalmente “no son generadores de refugiados”, ya que ” respetan los derechos humanos” y “proporcionan protección por parte del Estado.”
Esta descripción de la realidad mexicana, es totalmente diferente y considerada como hipócrita a todo aquél que siguió la realidad en los últimos años.
En éste sentido , el ¨índice de paz global (global peace index, en inglés) formado por un panel internacional de expertos provenientes de institutos para la paz , posee un instrumento de clasificación ubicando a los países según su nivel de violencia,en el caso de México, se le posicionó en el lugar 135 de un total de 153 países, con una violencia por encima de la que se vive en países como el Congo y Ruanda.
En diciembre del 2006, el gobierno mexicano declaró lo que llamó ¨una guerra al narcotráfico¨ con un gran despliegue de fuerzas militares en todo el país, lo cual en lugar de contribuir a la disminución de la violencia relacionada con el crimen organizado provocó el aumento de asesinatos, torturas, violaciones y otros abusos por parte de las fuerzas de seguridad del país.
Para la población mexicana, ésta violencia sumo una gran cantidad de civiles muertos atrapados en el fuego cruzado de cárteles de la droga y las fuerzas de seguridad , llámandolos ¨daños colaterales¨, lo anterior aunado al terror que impone la delincuencia organizada a la sociedad civil que se aprovecha cada vez más de la población través de la extorsión, el secuestro, los pedidos de rescate, el reclutamiento forzado e incluso matar a cualquiera no está sujeto a sus reglas.
Los tiroteos, masacres, bombardeos, el descubrimiento de cuerpos decapitados, torturados y arrojados en muchos casos a las vías públicas son hecho de la vida cotidiana en México.
En 5 años, esta guerra asesina ha cobrado casi 100 000 muertes (incluidos 1.400 niños), entre 10 000 y 20 000 personas desaparecidas y 230.000 desplazados.
El periódico Le Monde, en agosto, describe en estos términos la guerra que se libra en México: “Esta carnicería real es, por mucho, el conflicto más mortífero en el mundo en los últimos años1.”
El gobierno canadiense dice que el Estado mexicano es capaz de proteger a sus ciudadanos.
Sin embargo, la corrupción y la infiltración de grupos criminales en todos los niveles de gobierno y las fuerzas de seguridad hacen de esta tarea imposible.
Una muestra de ello han sido, solo por mostrar algúnos los casos de las dos mujeres a la que se les negó el asilo en últimos años y que fueron asesinadas en México poco después de su deportación de Canadá, lo cual demuestra la falsedad de las declaraciones del gobierno canadiense.
Por desgracia, la violencia asociada con el narcotráfico y la militarización no es el único fenómeno que nos ha llevado a huir de nuestro país.
Existen entre otras cosas:
*Las diferentes formas de violencia contra las mujeres, perpetradas en completa impunidad.
*Los ataques, intimidaciones y asesinatos frecuentes de defensores de derechos humanos, periodistas, activistas y militantes.
*Una alta paramilitarización , que lleva a muchos hablar de la llamada ¨colombianización de México¨
*Un estado de derecho fallido, con un sistema judicial disfuncional y una acceso a la justicia inexistente para la mayoría de los mexicanos quiénes engrendran y perpetúan la violencia y la impunidad.
*Una persecución generalizada de minorías sexuales
Debido a la irresponsabilidad del gobierno canadiense y su negación para reconocer la violencia extrema que impera en México, aunado a la la incapacidad del Estado mexicano para proteger a sus ciudadanos, sin duda estamos condenados a vivir en una situación de extrema vulnerabilidad,nosotros, tememos por nuestras vidas si regresamos a nuestro país.
Sabemos que las personas sin papeles somos más explotadas en el ámbito laboral y conocemos que existe una mayor vulneración en el ámbito de la sociedad general pues se nos priva de los derechos fundamentales y vivimos generalmente en un miedo constante con gran ansiedad y en aislamiento.
El gobierno canadiense afirma que somos ¨falsos refugiados¨que abusamos de la generosidad de Canadá.
Sin embargo, creemos que esta forma de presentar las cosas es deshonesta e hipócrita.
Esto no es una cuestión de generosidad, sino más bien una responsabilidad por parte del gobierno de Canadá de acoger a los refugiados de México, debido a que, por sus políticas imperialistas de integración neoliberal, es en parte responsable de la miseria, el aumento de la delincuencia y la violencia, el desplazamiento forzado desintegración y social que azota al México de hoy.
El gobierno canadiense dice que México es un país democrático, pero las políticas neoliberales que benefician a sus intereses económicos han causado más bien un retorno al autoritarismo y la violación de los derechos de la mayoría de la población.
Por todas estas razones, consideramos como acto criminal nuestra deportación , por parte de las autoridades canadienses,frente a esta violencia sin precedentes que nos hizo huir de nuestro país.
Por lo tanto, pedimos no ser deportados y que se nos otorge la residencia permanente.
Exigimos de la misma forma que México no sea designado como país seguro.
Estamos aquí y no nos iremos!
MEXICANOS UNIDOS POR LA REGULARIZACION.
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